Lo que ha sido desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado, lo que hemos tocado con las manos, esto les anunciamos respecto al Verbo que es vida.
1 Juan 1:1.
Lectura: 1 Juan
1:1-10. Versículo del día: 1 Juan 1:1.
MEDITACIÓN DIARIA
El apóstol Juan puede
claramente dar testimonio del Verbo de Dios, porque lo oyó, lo vio con sus
propios ojos, lo contempló y tocó con sus manos. Pero considero que si en
verdad hemos recibido a Jesús como Señor y Salvador, también tenemos mucho que
contar: también lo hemos visto realizar proezas en nuestras vidas porque le
hemos oído y contemplado. Somos testimonios andantes del Mesías prometido. Bajo
este concepto, el Señor me mostró hoy que si lo he contemplado, si he visto su
poder en mí, es porque acepté el amor del Padre que es sinigual: “El que no
escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no
habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?” (Romanos 8:32).
Este Padre mío desea que vea a Jesús en todas las cosas y confíe de la misma
manera, que me dará todas las cosas.
Mi pensamiento respecto
a Dios y su Palabra no tiene qué cambiar en la adversidad; al contrario, es
cuando debo de estar más firme porque Dios jamás me ha abandonado y soy desde
la tierra su hija y heredera. El Espíritu mismo le confirma a mi espíritu que
soy hija de Dios y por lo tanto heredera (Romanos 8:17) ¡Gloria a Dios! Ninguna
arma forjada contra mí prosperará, así que sigo adelante dando gracias a Dios
porque entre más difícil sea la circunstancia mayor será la bendición.
Amado Señor: Gracias
por tu Palabra que cada nuevo día nos instruye y fortalece. Enséñanos a mirar
lo que no se ve, a esperar lo invisible y a entender que eres el mismo ayer,
hoy y por los siglos. Gracias porque he podido ver tu poder y gloria en mi
vida; te he contemplado y me has demostrado en infinidad de veces tu amor.
Gracias porque jamás me dejarás ni abandonarás. ¡Te amo mi Señor! ¡Tú eres
nuestra fortaleza en tiempos de angustia!
Un abrazo y
bendiciones.