Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. Efesios 6:12.
Lectura:
Efesios 6:10-20. Versículo del día:
Efesios 6:12.
MEDITACIÓN
DIARIA
Con
este versículo he aprendido a orar más por las personas cuando me siento
agredida por ellas. Y es que aquí lo dice: “nuestra lucha no es contra seres
humanos”. No podemos irnos lanza en ristre contra una persona, sabiendo por
ejemplo que si es por envidia o por calumnia que nos ofende, hay algo más
profundo en ella, que no le permite actuar diferente. Por eso debemos acudir a buscar
la armadura espiritual. Vestidos con esa indumentaria ya podemos enfrentar al
maligno que es en últimas quien gobierna a la persona que nos está haciendo
daño. Creo que ahora siendo los tiempos tan malos debemos acostumbrarnos a no
andar desprotegidos. Así como nos vestimos físicamente, hagámoslo también
espiritualmente para resistir al diablo y sus secuaces.
Firmes con el
cinturón de la verdad:
el cinturón sirve para sostener el pantalón y dice la Escritura que “La suma de
tu Palabra es verdad” (Salmo 119:60), entonces en mi concepto es, tomar la
Palabra de Dios para que ésta sea el sostén de nuestra vida. Protegidos con la coraza de justicia:
Por medio del Señor Jesús, ya somos justos ante Dios Padre. Así que cuando el
maligno venga a atacarnos, recordándonos los pecados, contrarrestémoslo,
recordándole a él también que el Señor ya nos justificó. Calzados
con la disposición de proclamar el evangelio de la paz: Pongámonos unos
zapatos apropiados para caminar en función de siempre tener presente difundir
el Evangelio de las Buenas Nuevas de Salvación. Jesucristo es el único que nos
puede dar la paz que sobrepasa todo entendimiento. El escudo de la fe: Así como el escudo sirve para protegerse se las
armas que lanzan los enemigos, nosotros debemos anteponer siempre nuestra fe a
los dardos del enemigo. Rick Warren dice que estos dardos son: la duda, el
desánimo, la dificultad, la depresión y la
demora o impaciencia diría yo, cuando el Señor según nosotros no actúa rápido.
Hay que tener la plena certeza de que el Señor está al tanto de cualquier
situación. El casco de la salvación:
protejamos nuestros pensamientos con la seguridad que tenemos de salvación. No
dudemos nunca de nuestra vida eterna. Ese es nuestro testimonio (1 Juan 5:11).
Por último tomemos la espada del Espíritu:
una espada es un arma blanca que tiene dos filos. Así es la Palabra de Dios; es
cortante, va derecho al grano; es viva y eficaz; penetra hasta lo más íntimo
del alma y del espíritu (Hebreos 4:12).
Amado
Señor: Enséñanos al levantarnos, vestirnos también con la armadura espiritual
para poder hacerle frente al enemigo. Señor que así como no se nos olvida
ninguna pieza para nuestro atuendo diario, te pedimos que nos llenes de tu
Santo Espíritu y Él nos guíe a vestirnos para hacerle frente al enemigo.
¡Gracias bendito Señor!
Un
abrazo y bendiciones.