sábado, 30 de julio de 2016

Vistámonos con la armadura espiritual diariamente

Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. Efesios 6:12.

Lectura: Efesios 6:10-20.  Versículo del día: Efesios 6:12.

MEDITACIÓN DIARIA

Con este versículo he aprendido a orar más por las personas cuando me siento agredida por ellas. Y es que aquí lo dice: “nuestra lucha no es contra seres humanos”. No podemos irnos lanza en ristre contra una persona, sabiendo por ejemplo que si es por envidia o por calumnia que nos ofende, hay algo más profundo en ella, que no le permite actuar diferente. Por eso debemos acudir a buscar la armadura espiritual. Vestidos con esa indumentaria ya podemos enfrentar al maligno que es en últimas quien gobierna a la persona que nos está haciendo daño. Creo que ahora siendo los tiempos tan malos debemos acostumbrarnos a no andar desprotegidos. Así como nos vestimos físicamente, hagámoslo también espiritualmente para resistir al diablo y sus secuaces.
Firmes con el cinturón de la verdad: el cinturón sirve para sostener el pantalón y dice la Escritura que “La suma de tu Palabra es verdad” (Salmo 119:60), entonces en mi concepto es, tomar la Palabra de Dios para que ésta sea el sostén de nuestra vida. Protegidos con la coraza de justicia: Por medio del Señor Jesús, ya somos justos ante Dios Padre. Así que cuando el maligno venga a atacarnos, recordándonos los pecados, contrarrestémoslo, recordándole a él también que el Señor ya nos justificó.  Calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz: Pongámonos unos zapatos apropiados para caminar en función de siempre tener presente difundir el Evangelio de las Buenas Nuevas de Salvación. Jesucristo es el único que nos puede dar la paz que sobrepasa todo entendimiento. El escudo de la fe: Así como el escudo sirve para protegerse se las armas que lanzan los enemigos, nosotros debemos anteponer siempre nuestra fe a los dardos del enemigo. Rick Warren dice que estos dardos son: la duda, el desánimo, la dificultad,  la depresión y la demora o impaciencia diría yo, cuando el Señor según nosotros no actúa rápido. Hay que tener la plena certeza de que el Señor está al tanto de cualquier situación. El casco de la salvación: protejamos nuestros pensamientos con la seguridad que tenemos de salvación. No dudemos nunca de nuestra vida eterna. Ese es nuestro testimonio (1 Juan 5:11). Por último tomemos la espada del Espíritu: una espada es un arma blanca que tiene dos filos. Así es la Palabra de Dios; es cortante, va derecho al grano; es viva y eficaz; penetra hasta lo más íntimo del alma y del espíritu (Hebreos 4:12).

Amado Señor: Enséñanos al levantarnos, vestirnos también con la armadura espiritual para poder hacerle frente al enemigo. Señor que así como no se nos olvida ninguna pieza para nuestro atuendo diario, te pedimos que nos llenes de tu Santo Espíritu y Él nos guíe a vestirnos para hacerle frente al enemigo. ¡Gracias bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones. 

viernes, 29 de julio de 2016

Prudencia, sin dejar de hacer el bien

¡Yo sé cuán numerosos son sus delitos, cuán grandes sus pecados! Ustedes oprimen al justo, exigen soborno y en los tribunales atropellan al necesitado. Por eso en circunstancias como éstas guarda silencio el prudente, porque estos tiempos son malos. Amos 5:12-13.

Lectura: Amós 5:4-15.  Versículos del día: Amos 5:12-13.

MEDITACIÓN DIARIA

Esta profecía fue dada para el reino de Israel y leyéndola, la asemejo a nuestra época. Yo no podría decir a ciencia cierta que estamos en los últimos tiempos, pero por lo menos hay muchas señales que advertir. Sea que sí, o sea que no, es muy conveniente tener en cuenta lo que dice el versículo 13: “Por eso en circunstancias como éstas guarda silencio el prudente, porque estos tiempos son malos”. Recordemos que el hombre prudente es el sabio y que el principio de la sabiduría es el temor a Dios. Nosotros ya le hemos conocido y por eso lo reverenciamos; entonces, aprendamos a ser prudentes porque el mundo está caótico: “convierten el derecho en amargura y echan por tierra la justicia”. (v. 7). Es lo que a diario vemos en todas las naciones: corrupción que lleva a violar el derecho y por consiguiente no puede haber justicia.
“Busquen el bien y no el mal, y vivirán; y así estará con ustedes el Señor Dios Todopoderoso,     tal como ustedes lo afirman. ¡Odien el mal y amen el bien! Hagan que impere la justicia en los tribunales” (vv. 14-15). Si somos sabios buscaremos hacer el bien. El bien al elegir los mandatarios; el bien para no sobornar; el bien para defender a los oprimidos; el bien para ayudar al necesitado; el bien para decir la verdad; el bien para predicar Las Buenas Nuevas de salvación; el bien para dar testimonio.
Considero que todas estas actuaciones nos hacen obrar rectamente; así es como desea el Señor que lo hagamos: buscar la sabiduría de Dios para portarnos prudentemente. Y si es que el tiempo está cerca, muchísimo mejor porque estaremos esperando a nuestro Amado como las jóvenes que previendo su llegada tenían aceite para la noche (Mateo 25:1-13).

Amado Señor: Gracias por tu Palabra. Enséñanos a ser prudentes y callar cuando sea necesario hacerlo. Ahora vemos un mundo de confusión; queremos brillar en medio de tanta oscuridad, buscando siempre hacer el bien para estar preparados y que tu regreso no nos coja desapercibidos.

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 28 de julio de 2016

Persistir a pesar de estar en el desierto

Si ustedes oyen hoy su voz, no endurezcan el corazón como sucedió en la rebelión, en aquel día de prueba en el desierto. Hebreos 3:7-8.

Lectura: Hebreos 3:1-18.  Versículos del día: Hebreos 3:7-8.

MEDITACIÓN DIARIA

Creo que escuchamos muchas veces este pasaje pero no todo. Entendámoslo completo: “como sucedió en la rebelión, en aquel día de prueba en el desierto”. El pueblo de Israel era un pueblo obstinado y desobediente; a pesar de haber visto los prodigios realizados por Dios para sacarlos de Egipto y mantenerlos en el desierto, seguía buscando ‘peros’ y excusas para alejarse de Él.  
Sí es cierto que andar en el desierto no es para nada fácil; pero es que también obramos como aquel pueblo y a pesar del Señor mostrarnos continuamente su amor y fidelidad, echamos para atrás ante la dificultad,  sin entender que nuestro Dios lo puede todo, pero que solo está esperando nuestra lealtad. Es muy fácil que en ese caminar tan árido y sediento reneguemos y nos olvidemos de quién ha sido nuestro Dios;  el enemigo que conoce nuestra  debilidad, es el primero en caernos encima para aprovecharse de la situación. Por otra parte estamos nosotros que nos falta firmeza y resolución para decir: ‘no’ y continuar con la fe puesta en las promesas de la Palabra.
Definitivamente, el desierto no es fácil de transitar. He visto muchos hogares terminarse precisamente cuando están viviendo esos desiertos, especialmente el financiero. Personalmente le doy gracias al Señor porque nuestros hijos mayores fueron las torres que nos fortalecieron y apoyaron en esos momentos críticos. ¡Gloria a Dios por ellos! Y mi oración porque todos los que estén ahora en tierras estériles resistan, insistan, persistan y no desistan. No hay excusa: hoy están escuchando su voz; así que ¡adelante!

Amado Dios: Te rogamos que no permitas que nuestro corazón se endurezca y nos olvidemos de Ti en situaciones adversas. Al contrario Señor; que recordemos que los días malos llegan igual que los buenos y en ambos tenemos que alabarte y adorarte. Tú conoces nuestro caminar, llévanos de tu mano a reposar en verdes prados y a descansar en tu Palabra. ¡Gracias buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.  


miércoles, 27 de julio de 2016

Obedecer para que la promesa se cumpla

Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre —que es el primer mandamiento con promesa—  para que te vaya bien y disfrutes de una larga vida en la tierra. Efesios 6:1-3.

Lectura: Efesios 6:1-9.  Versículos del día: Efesios 6:1-3.

MEDITACIÓN DIARIA

Cuántas cosas no hacemos o las hacemos mal por no conocer lo que dicen las Escrituras. Mi madre quizá por su mismo orgullo nunca quiso dejar que nosotros, sus hijos, le ayudáramos con los gastos del hogar. Mi padre, por el estilo; sin embargo ya en sus últimos años la vida le había dado un vuelco tan dramático que ahí aprendió a recibir. Lo triste de la historia es que cuando asimilé de verdad este mandato y quise ponerlo en práctica, fue muy irrisorio mi aporte. Solo el Señor sabe la situación por la que estábamos pasando; de todas maneras traté de hacer lo mejor con lo poco que tenía.
Mi consejo tanto para padres como para hijos es que unos y otros no se pierdan la bendición de dar y de recibir. Estoy convencida que así es. Además cuando yo acepto un regalo, tengo que saber que en ese momento soy el canal de bendición para la persona que me está ofreciendo ese algo. Hijos: es el primer mandamiento con promesa, no lo dejen pasar por alto.

Amado Señor: Gracias por la obra que haces en padres e hijos cuando cumplen tu mandato. Permite que la vida para los hijos obedientes, sea larga y próspera de acuerdo a tu promesa. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 26 de julio de 2016

En el Nombre de Jesús

El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que él es, y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas. Hebreos 1:3.

Lectura: Hebreos 1:1-14.  Versículo del día: Hebreos 1:3.

MEDITACIÓN DIARIA

El Hijo vino a glorificar al Padre; a dárnoslo a conocer a través de sus obras. Cumplió su misión siendo obediente hasta la muerte (Juan 17:4). Por eso el Señor Jesús decía a sus apóstoles, que si lo habían visto a Él, habían visto al Padre (Juan 14:9).
Ahora sucede igual con nosotros: al conocer a Jesús, también conocemos al Padre y además de eso miremos algo importante: “Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo. Lo que pidan en mi nombre, yo lo haré” (Juan 14:13-14), la letra cursiva es mía; es para resaltar y entender bien el versículo. Por eso es tan importante orarle al Padre en el Nombre de su Hijo. Tal vez cuando oramos, ya lo hacemos como simplemente siguiendo unos lineamientos o repitiendo palabras y palabras como la cotorra y estamos volviendo a lo de antaño. Considero que esta es la diferencia entre rezar y orar, porque orar es hablar directamente con Dios; es tener un rato de intimidad y abrirle el corazón.
Ya sabemos entonces, que cada vez que oramos de esta manera estamos reconociendo lo que es Dios y exaltándolo por su poder. Es según mi parecer como decirle desde antes: “Tú lo sabes todo buen Dios y no dudo de que lo puedes hacer”. O sea simplemente orar con fe: con la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve. Creo que tanto ustedes como yo tenemos que poner en práctica los parámetros exactos al orar, para que nuestra oración contribuya a la glorificación consecutiva del Padre en el Hijo. Al final de cuentas, esto es lo que deberíamos hacer en todo momento: Exaltarlo y adorarlo.

Amado Papito Dios: en el nombre de tu Amado Hijo Jesús te pedimos que nos enseñes a poner en práctica la oración correcta a Ti. Gracias porque Tú no paras de instruirnos en lo que es tu Palabra cada nuevo día. Gracias Señor Jesús por permitirnos conocerte y ahora darnos el derecho de dirigirnos a nuestro Padre con la mayor confianza y entendiendo el deseo de glorificarle cada vez que dialoguemos. ¡Te damos gloria y honra Santo Padre! ¡Te damos gloria y honra Santo Hijo! ¡Te damos gloria y honra Santo precioso Espíritu!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 25 de julio de 2016

¿Estás dispuesto a ofrecer este amor a tu esposa?

Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella para hacerla santa. Efesios 5:25-26a.

Lectura: Efesios 5:21-33.   Versículos del día: Efesios 5:25-26a.

MEDITACIÓN DIARIA

Este devocional va dirigido muy directamente hacia los esposos. Todas tenemos cónyuges, padres, hermanos, primos o amigos; así que podemos compartirlo con ellos también.
Siempre he pensado que cuando el hombre ama, a la mujer le queda fácil el sometimiento. Además este sometimiento no es imposición es sumisión, subordinación. Por otro lado, he aprendido que precisamente el sometimiento de la mujer es muchísimo más fácil de obedecer, ya que lo ordenado por Dios al hombre va más allá: amarla hasta el punto de si es necesario dar su vida por ella. Tal vez humanamente no lo entendamos porque es difícil asimilar y razonar lo que significa el amor divino de Dios. Quizá nos suceda como con otras tantas cosas que las decimos por decir, pero que si vamos a la práctica, se quedan solamente en eso: palabras.
Yo les pregunto a los señores: ¿ustedes sí están dispuestos a dar su vida por la mujer a quien Dios, les proveyó como compañera? “Él la purificó, lavándola con agua mediante la palabra, para presentársela a sí mismo como una iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni ninguna otra imperfección, sino santa e intachable” (vv. 26-27). En mi concepción, si leemos detenidamente podemos notar que el Señor purificó su Iglesia para enorgullecerse directamente de ella.
¿Recuerdan lo que Dios le mandó a Oseas?  Que tomara por esposa a una prostituta para demostrarle lo que era su pueblo con Él; lo cual podemos aplicar a su Iglesia también y a la vez a la relación entre esposos. Oseas fue y así lo hizo; se casó con Gómer (Oseas 1:2-3). Supongo que la vida de Oseas al lado de Gómer no debió ser tan fácil. Hubo muchos cargos contra ella (Oseas 2:2-13); sin embargo, más adelante leemos que a pesar de todo su mal comportamiento, la reconquistó para levantarla y enaltecerla: “Por eso, ahora voy a seducirla: me la llevaré al desierto y le hablaré con ternura”; “En aquel día —afirma el Señor —, ya no me llamarás: ‘mi señor’, sino que me dirás: ‘esposo mío’”; “Yo te haré mi esposa para siempre”; “Te daré como dote mi fidelidad” (Oseas 2:14; 19a; 20a). Simplemente: ¡Amor sublime!
Pregúntense esposos: ¿están dispuestos a brindar esta clase de amor y perdón a sus esposas, tal como el Señor lo hace con los suyos?

Amado Señor: Gracias por tu Palabra que es toda verdad. Gracias porque nos enseñas a verte como el Esposo amante que perdonas, restauras y enalteces y de ese mismo modo dejas el ejemplo para que todo hombre ame a su esposa de la misma manera que lo haces con tu Iglesia. Oro por todos los hogares que leen este devocional y en especial porque cada hombre se levante en amor a reconquistar a su esposa y si es el caso a perdonarla, elevarla y restaurarla como a una novia radiante, sin mancha ni arruga alguna. ¡Gracias buen Señor!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 23 de julio de 2016

Ser uno solo en Cristo

Todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús,  porque todos los que han sido bautizados en Cristo se han revestido de Cristo. Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús. Gálatas 3:26-28.

Lectura: Gálatas 3:15-29.  Versículos del día: Gálatas 3:26-28.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor no discrimina a nadie. Desde el mismo momento en que lo recibimos como Señor y Salvador pasando por el bautismo, somos ya parte de la familia celestial, llevándonos a todos hacia la unidad. En los siguientes versículos se resume todo lo que somos y tenemos: “Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz. Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también fueron llamados a una sola esperanza; un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo; un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos y por medio de todos y en todos” (Efesios 4:3-6).
Si ya no somos esclavos de nada ni de nadie, entonces no nos dejemos llevar por el pecado porque resultamos esclavizados de él. Y si Dios ve en la misma forma a hombres y a mujeres sin importar si somos de una nación u otra, también actuemos igual. El compañerismo en la Congregación, promulgado por el amor fraternal entre hermanos, será en últimas lo que nos lleve a ser uno solo en Cristo Jesús. Y así es como Dios desea ver a su Iglesia: conviviendo juntos en armonía.

Amado Señor Jesús: Gracias porque al aceptarte como el Mesías enviado por Dios Padre, entramos a formar parte de esa unidad que es tu Iglesia. Enséñanos a ser verdaderamente uno con nuestros hermanos: que podamos compartir tristeza en su dolor y a la vez risas en momentos de alegría. ¡Te adoramos Señor!

Un abrazo y bendiciones.  

viernes, 22 de julio de 2016

Aprendiendo a vivir como hijos de luz

Porque ustedes antes eran oscuridad, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de luz. Efesios 5:8.

Lectura: Efesios 5:1-20.  Versículo del día: Efesios 5:8.

MEDITACIÓN DIARIA

El apóstol Pablo hace un llamado a todos los convertidos al Señor haciéndonos ver la importancia de vivir como hijos de luz: “Entre ustedes ni siquiera debe mencionarse la inmoralidad sexual, ni ninguna clase de impureza o de avaricia, porque eso no es propio del pueblo santo de Dios. Tampoco debe haber palabras indecentes, conversaciones necias ni chistes groseros, todo lo cual está fuera de lugar; haya más bien acción de gracias” (vv. 3-4).
Observemos muy bien lo que nos recomienda el apóstol para tener en cuenta: no dejarnos engañar por los que tratan de justificar sus pecados (lo cual suele ocurrir porque recordemos que estamos en el tiempo donde a lo bueno se le dice malo y viceversa); no ser partícipe de las obras de oscuridad; ser sabios en la manera de vivir; sacarle provecho a todas las oportunidades (esto es llevar el mensaje de salvación en todo tiempo); no actuar sin pensar en lo que le agrada al Señor; no embriagarse con vino (vv. 6-7 y 10-18).
Si la luz de Cristo nos alumbra, todo lo que la luz pone al descubierto se hace visible. Y si tenemos esa luz dentro produce solo cosas buenas (vv. 8-9), porque el Señor es bueno. Por consiguiente lo que sí debemos hacer es llenarnos del Espíritu Santo para cantarle himnos con el corazón y darle gracias a Dios Padre en todo tiempo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo (vv. 18-19). Aprendamos a vivir como hijos que viven guiados por la luz de Jesús, queriendo agradarle para cumplir su voluntad.

Amado Señor: te pedimos perdón porque en verdad se nos olvida que estamos llamados a andar siempre sobre terrenos claros. Enséñanos a caminar  como hijos que tienen tu luz para no tropezar y caer. Queremos que esa luz sea el fiel reflejo de lo que somos Contigo. Queremos brillar en todo lugar y tiempo para agradarte y cumplir tu voluntad. ¡Gracias buen Señor!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 21 de julio de 2016

Una tremenda lección

Mi apreciada Marta, ¡estás preocupada y tan inquieta con todos los detalles! Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. María la ha descubierto, y nadie se la quitará. Lucas 10:41-42. (NTV)
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Lectura: Lucas 10:38-42.  Versículos del día: Lucas 10:41-42.

MEDITACIÓN DIARIA
Siempre he tratado que mis devocionales como tal, sean el reflejo de mi misma vida, aunque  no siempre es así. Tomé ese pasaje de la Biblia para mi devocional de hoy por algo que me sucedió ayer y que como testimonio pasaré a relatarles:
Mi estudio de inglés en el College no es una cosa del otro mundo, pero sí trato de ponerle el mayor empeño y responsabilidad. El nivel que estoy cursando es el último y me ha demandado tiempo porque precisamente por ser el último tenemos que hacer una presentación sobre un tema libre y aparte de eso la elaboración de un portafolio con diferentes puntos dados por la misma Institución. Pues bien; las presentaciones eran esta semana por orden de lista y antier no alcancé, luego era ayer. Mi tema era sobre Colombia y su folclor, donde hablé sobre sus diferentes regiones con platos, carnavales y fiestas representativas y danzas típicas de cada una de sus regiones. Al final, mostré diferentes objetos típicos y entregué a mis compañeros y profesora pequeños detalles de mi país. El caso es que yo estaba demasiado nerviosa y preocupada por mi presentación: casi no dormí, no comí. En mi mente últimamente solo existía la palabra “presentation”. Le oré al Señor por esto, puse a orar a todos y le decía a mi esposo que esa profesora era como dura y quizá yo no le caía bien, pues nunca se había dirigido hacia mí. Así me llegó la hora y salí al ruedo. Vi la mano del Señor ayudándome y la verdad, sinceramente les digo que solamente por el poder del Espíritu Santo, no solo hablé lo que tenía en las diapositivas sino mucho más. Incluso comenté que era 20 de julio, día de la independencia de mi país. Al decir esto, mis compañeros aplaudieron como solidarizándose con nuestra patria. Mi profesora quedó encantada con mi exposición y yo que exhalaba alegría por todos los lados. En conclusión: El Señor me enalteció y estaba que no cabía de la dicha.
Después siguió una niña que habló sobre la cocina haitiana porque es de allá y como también llevaba un plato típico nos ofreció a todos una degustación. No recuerdo si pasaron una o dos personas más, hasta que le llegó el turno a una niña que no sé su nombre. La mayoría de estudiantes son haitianos y tienen unos nombres muy difíciles de aprender. Lo que sí les puedo decir es que después del jolgorio con mis obsequios y el de la comida, el salón quedó en total silencio cuando su exposición fue sobre Nick Vujicic, el hombre cristiano que no tiene brazos ni piernas pero sí un corazón grandísimo para darle todo honor y gloria a quien debe darlo. Aparte de hablar algo sobre su vida, nos pasó un video donde él estaba compartiendo y hablando de las maravillas de Dios con él y en ese momento ella alzó su brazo hacia el cielo honrando también al Señor y escuché la voz de un compañero mío con un fuerte “amén”.
Déjenme contarles que esto me impactó. Que desde el comienzo de esa presentación empecé a entender la lección de Dios para mí. Fue como si me dijera: “Dora te enaltecí, y ¿tú qué hiciste por mí?” Me importó más mi gloria que la de Dios. Sin embargo, Él fue tan bondadoso conmigo que puso todo a mi alcance: palabras, poder, entendimiento, sabiduría y gracia ante mi profesora y compañeros. Afanada y preocupada estaba; esa fue mi prioridad en la última semana. No les miento si les confieso que llegué a pensar en hacer mi exposición sobre el Señor en mi vida, pero deseché la idea creyendo que nadie me pondría atención, o sería el ‘hazme reír del curso’. No sé hasta dónde quedaron  impactados los del salón, pero de una cosa estoy segura: la Palabra de Dios nunca regresa vacía.
Les comparto esto porque mi Amado Señor me habló demostrándome cuánto me daba Él a mí y cuán poco yo le retribuía a Él. Definitivamente mi compañera buscó la mejor parte y nadie se la quitará “Porque el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido” (Mateo 23:12 NVI).

Amado Jesús: Te pido perdón por mi preocupación; te pido perdón por mi falta de fe; te pido perdón por enaltecerme. Pero en especial te pido perdón porque no te di el primer lugar a Ti; me robé tu gloria y honra. Gracias por perdonarme y limpiarme. Dame valor para predicar tu Palabra donde quiera que esté sabiendo que esa es la mejor parte y te agrada que lo haga. ¡Gracias bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 20 de julio de 2016

Enséñanos a amarte como nos amas Tú

Y pido que, arraigados y cimentados en amor, puedan comprender, junto con todos los santos, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo. Efesios 3:17b-18.

Lectura: Efesios 3:1-21. Versículos del día: Efesios 3:17b-18.

MEDITACIÓN DIARIA

Solamente cuando entendemos cuál fue la clase de amor que el Señor nos regaló, podemos verdaderamente dar el testimonio de lo que somos como creyentes. A veces pensamos que Dios nos ama porque lo conocimos y amamos primero, pero no es así. Su amor fluye en nosotros como consecuencia del ofrecido de antemano por Él.
Siendo Jesucristo la máxima expresión del amor, se me ocurre asimilarlo a lo que es una novia con su enamorado. Bueno, por lo menos en tiempos de antaño, la mujer era seducida por el hombre y éste la cortejaba hasta lograr su cometido. Sus detalles, su cariño, su respeto y su constancia obraban en ella y le era fácil aceptar esa relación. Creo que Dios hace lo mismo con nosotros: a lo largo de nuestra vida, de una u otra manera nos está mostrando su amor, hasta que llega el momento propicio y caemos rendidos a sus pies. “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados” (1 Juan 4:10). Y el amor de Dios por ese misterio que no podemos entender, se transforma en el amor que Cristo Jesús viene a ofrecernos, para que todo aquel que en Él crea, no se pierda sino que tenga vida eterna (Juan 3:16). Entonces, es ahí donde hacemos gala de novia conquistada y enamorada como lo somos, cuando entramos a formar parte de su Iglesia.  
Ahora, mientras regresa nuestro Amado para desposarnos y estar por siempre a su lado, demostremos su amor por donde quiera que vayamos, compartiendo su mensaje de amor y perdón a la humanidad caída.

Amado Señor: Muchas gracias por el amor que nos ofreciste sin merecerlo. Gracias porque solo por ese amor inigualable esperamos que vengas y nos lleves a tu recinto para hacernos tu esposa y gozar de tu presencia por la eternidad ¡Enséñanos a amarte como nos amas Tú!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 19 de julio de 2016

Discernir la sana doctrina

Me asombra que tan pronto estén dejando ustedes a quien los llamó por la gracia de Cristo, para pasarse a otro evangelio. Gálatas 1:6.

Lectura: Gálatas 1:1-24.  Versículo del día: Gálatas 1:6.

MEDITACIÓN DIARIA

Puede que muchos de nosotros nos congreguemos y asistamos a una Iglesia cristiana de sana doctrina; sin embargo, ocurren casos donde la feligresía se deja llevar por otras cosas y resulta metida donde no debe ser. También, infortunadamente conozco Iglesias que empezaron con sana doctrina pero que a mi parecer, fueron creciendo y se alejaron de la enseñanza verdadera, llegando a tergiversar la fe cristiana y haciendo tropezar a muchos.
Creo que el apóstol Pablo, hace una gran advertencia cuando dice: “Pero aun si alguno de nosotros o un ángel del cielo les predicara un evangelio distinto del que les hemos predicado, ¡que caiga bajo maldición!” (v. 8). Así que tengamos cuidado. Estemos pendientes de las enseñanzas que nos ofrecen; escudriñemos las Escrituras para comprobar si es cierto o no lo que se predica. Recordemos que el enemigo está al acecho y aprovechará cualquier desliz para hacer fiesta y salirse con la suya. Qué mejor para él que esto ocurra y las almas confundidas se alejen del camino correcto. Por eso, fijémonos bien en dónde nos congregamos.

Amado Señor: Te rogamos que nos des el discernimiento divino para saber y entender tu Palabra tal como lo ordenas y enseñas Tú. Aléjanos de toda mentira, engaño, fraude o falsa doctrina que se levante y se predique en contra del Evangelio de las Buenas Nuevas que Tú nos dejaste para salvación. ¡Gracias bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 18 de julio de 2016

Vuélvete al Señor y Él se volverá a ti

No temas, tierra, sino alégrate y regocíjate, porque el Señor hará grandes cosas. Joel 2:21.

Lectura: Joel 2:12-27.  Versículo del día: Joel 2:21.

MEDITACIÓN DIARIA

A raíz de los sucesos acaecidos en diferentes partes del mundo últimamente y que no deja de intranquilizarnos, es importante entonces, mirar con detenimiento la Palabra de Dios. Tal como el Señor le habla a su pueblo Israel, nos habla ahora a nosotros los de su Iglesia: necesitamos arrepentimiento para ser restaurados. Estamos viviendo tiempos difíciles y lo mejor es descansar en el Señor y estar preparados, sea que el día de su regreso esté cerca o no.
Así que empecemos por el arrepentimiento: “Rásguense el corazón y no las vestiduras. Vuélvanse al Señor su Dios,  porque él es bondadoso y compasivo, lento para la ira y lleno de amor, cambia de parecer y no castiga” (v. 13). Cuando hay verdadero arrepentimiento, la misericordia de Dios se manifiesta.  Él como el mejor de los padres está listo a regocijarse y a hacer fiesta porque aquel hijo perdido ha vuelto (Lucas 15:22-24). “Entonces el Señor mostró amor por su tierra y perdonó a su pueblo” (v. 18 en la lectura). En aquel momento, sucede lo mejor: El Señor hará cosas grandes e inimaginables en favor nuestro. La tierra, junto con sus animales y vegetación serán renovados; la lluvia volverá a caer como en tiempos pasados (vv. 21, 22, 23). Y revisemos la alentadora promesa que tendremos: “Yo les compensaré a ustedes por los años en que todo lo devoró ese gran ejército de langostas que envié contra ustedes: las grandes, las pequeñas, las larvas y las orugas” (v. 25).
¿Estás cansado, abatido, enfermo, en crisis financiera, solo o abandonado? ¿Crees que el Señor no te escucha o que tarda mucho en responderte? ¡No importa! Esta Palabra es para ti: vuélvete al Señor y Él se volverá a ti.

Amado Señor: gracias porque aunque el mundo esté en un caos total, Tú sigues viendo por los tuyos. Gracias porque lo que demandas de cada uno de nosotros es arrepentimiento genuino. Tú nos haces reconocer que no hay otro Dios fuera de Ti, Grande, Majestuoso y Misericordioso. ¡Te alabamos, te adoramos, te exaltamos! Eres nuestra Roca eterna y en quien podemos confiar.

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 16 de julio de 2016

Fue Dios llegando a nosotros, no al revés

Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, 9 no por obras, para que nadie se jacte. Efesios 2:8-9.

Lectura: Efesios 2:1-10.  Versículos del día: Efesios 2:8-9.

MEDITACIÓN DIARIA

Creo que la mayoría de personas crecimos con este versículo y por lo tanto lo trajinamos con mucha frecuencia. Sin embargo, tenemos que ponerle toda la atención debida, porque se olvida que la salvación es un regalo de Dios. Todavía hay quienes piensan que si hacemos buenas obras vamos a alcanzar la salvación y así no es. Precisamente las buenas obras vienen como consecuencia de ser ya salvos y no al revés.
Somos salvos por la fe en Cristo. Dios en su infinita misericordia mandó a su Hijo Jesús para establecer un puente entre Él que es Santísimo y el hombre que es pecador. Un puente que podemos cruzar cuando aceptamos a Jesús como Señor y Salvador de nuestras vidas. Tenemos que convencernos de que no es el hombre tratando de alcanzar a Dios; es Dios llegando al hombre. Por más que la persona intente por sus propios esfuerzos ganarse ese pase a través de religiones, filosofías, no haciéndole mal a nadie, o precisamente con buenas obras, no llega al cielo.
Pienso que es bueno recalcar en esto, porque a veces se cree que hay que ‘ayudar a Dios’ y el versículo nos dice que precisamente no es por eso, para que nadie se ufane y le robe la gloria a Dios. Hagamos énfasis en esta verdad, para que el mensaje de salvación sea difundido con el regalo como tal, que es la gracia.

Amado Dios: muchas gracias por tu Palabra. Gracias porque por tu inmenso amor y misericordia, nos has mirado con compasión y tendido un puente para restablecer la comunión Contigo. Enséñanos a entender el hermoso misterio de la gracia para comprender la enorme grandeza de tu amor, al ofrecernos a tu mismo Hijo para alcanzar la salvación. Gracias por ese regalo maravilloso. ¡Te amamos bendito Dios!

Un abrazo y bendiciones.  

viernes, 15 de julio de 2016

El Señor dice: Bástate mi gracia

pero él me dijo: Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo. 2 Corintios 12:9.

Lectura: 2 Corintios 12:1-10.  Versículo del día: 2 Corintios 12:9.

MEDITACIÓN DIARIA

Yo creo que a veces nos sucede eso: le pedimos al Señor tantas cosas que se nos olvida la grandeza de la gracia. He aprendido de Pablo a decir igual: haré más bien alarde de mis debilidades porque cuando débil soy, puedo perfectamente ver el poder de Dios obrando en mí.
El Señor sabe de antemano cómo soy y me conoce más de lo que yo misma pueda hacerlo. Así que si hay alguien a quien tenga que mostrarle mi cara sincera, es a Él. No puedo hacerme la fuerte conociendo que ese es uno de mis puntos más frágiles. Así que lo que hago es presentarme tal cual: con angustias, tristezas, alegrías, desencantos, triunfos y derrotas. Siempre he pensado que precisamente es a través de mis dificultades cuando he visto más el amor y la compasión de mi Señor. Si no fuera por eso, tampoco podría dar testimonio de lo que ha hecho en mi vida.
Los invito a no desanimarse en las pruebas. “Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada” (Santiago 1:2-4). Más bien, sáquenle todo el provecho posible para que de esta forma el testimonio sea mayor y el Nombre de nuestro Amado Jesús, glorificado.

Amado Señor: No es fácil estar en medio de las pruebas y decirte ‘gracias’. Pero gracias porque cuando somos débiles tu poder se hace más grande. Sólo nos basta saber que te tenemos y que así no te veamos, tienes el control de toda situación. Sólo nos basta tu gracia para salir adelante y entender que eso es lo imprescindible. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.


jueves, 14 de julio de 2016

Esparcir la semilla hasta cuando sea tu llegada

¡Siembren para ustedes justicia! ¡Cosechen el fruto del amor, y pónganse a labrar el barbecho! ¡Ya es tiempo de buscar al Señor!, hasta que él venga y les envíe lluvias de justicia. Oseas 10:12.

Lectura: Oseas 10:9-15.  Versículo del día: Oseas 10:12.

MEDITACIÓN DIARIA

Desde el mismo momento en que el Señor Jesús vino a la tierra a cumplir su misión como Redentor nuestro, estaba ya arando el terreno para que por su intermedio, Dios no solamente nos demostrara su amor, sino que hiciera justicia con nosotros al rescatarnos del infierno. Al final, la obra encomendada fue consumada en su totalidad. En la cruz se cumplió la justicia de Dios y al mismo tiempo su misericordioso amor.
Últimamente Dios me estimula a hablar frecuentemente sobre la justicia y el amor. Considero que para Él, estos dos ingredientes tienen un alto valor. Por eso nos manda a sembrar justicia, porque si regamos esa semilla se esparcirá brotando más adelante el fruto del amor. Si prevalece la justicia, impera entonces el amor. ¡Ay! Cuánta falta le hace al mundo conocer el verdadero amor; por esta misma causa, el hombre no sabe hacer justicia. Necesitamos un mundo justo, donde impere el amor para que alcancemos a ver una paz verdadera.
Nos queda como tarea empezar cada uno desde ahora a ir cultivando semillas de justicia, comenzando en nuestros propios campos de entorno. La mejor manera de conseguirlo será llevando el mensaje de Aquel que supo en una cruz, resumirlo todo. ¡Ya es tiempo de buscar al Señor!

Amado Señor: Gracias por tu inmenso amor al dar la vida por cada uno, y porque con este hecho, ya sembraste tu justicia en nosotros. Queremos regar por el mundo esas semillas para recoger los frutos anhelados hasta cuando sea tu llegada y nos inundes con lluvias de justicia. ¡Bendito eres Señor!

Un abrazo y bendiciones.


miércoles, 13 de julio de 2016

Su magnífico poder en nosotros hace la diferencia

Pido también que les sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos,  y cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos.   Efesios 1: 18-19.

Lectura: Efesios 1:15-23.  Versículo del día: Efesios 1:18-19.

MEDITACIÓN DIARIA

A veces me pareciera que hay nuevos versículos en la Biblia, porque sin importar los años que he venido leyéndola no he tenido la revelación debida o yo, he pasado por encima de pasajes que ahora me dejan asombrada. Efesios 1 es uno de ellos. He entendido y visto una profundidad en toda su lectura que antes nunca había detallado. “cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos”; y nos explica que es el mismo poder que levantó a Cristo de entre los muertos, el que nosotros podemos ejercer.
Siendo  Cristo la cabeza y la Iglesia su cuerpo, podemos tomar de lo suyo para también ejercer con dominio ese poder en cualquier situación que tengamos que afrontar. Además dice aquí que ésta es la plenitud de Aquel que lo llena todo por completo (v. 19).
Entiendo entonces, que nosotros, los que formamos parte de su Iglesia gozamos del mismo poder que permitió que Jesús se levantara. Así que sin temor alguno, lancémonos al ruedo, para poner a funcionar todo lo maravilloso que tenemos en Cristo Jesús. Esa debe ser la diferencia que nos caracterice del mundo. ¡En Cristo somos más que vencedores!; también venceremos porque Él venció (valga la redundancia).

Amado Señor: Permite Señor que tanto a mis hermanos que estén leyendo este devocional, como a mí,  nos sean iluminados los ojos del corazón, para entender la esperanza segura que tenemos porque somos tu rica y gloriosa herencia. Gracias por enseñarnos que poseemos el poder tuyo para llegar a otros y a sus necesidades y así glorificar tu Nombre. ¡Te alabamos y te bendecimos Magnífico Dios!   

Un abrazo y bendiciones.

martes, 12 de julio de 2016

Tu inmensa gracia lo abarca todo

En él tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de la gracia que Dios nos dio en abundancia con toda sabiduría y entendimiento. Efesios 1:7-8.

Lectura: Efesios 1:1-14.  Versículo del día: Efesios 1:7-8.

MEDITACIÓN DIARIA

En Cristo Jesús tenemos una lluvia de bendiciones que quizá nunca detallamos como debería ser. Dios Padre nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales en las regiones celestiales porque estamos unidos a Cristo (v. 3).  En Cristo, no solamente tenemos la redención por medio de su sangre derramada para perdón de nuestros pecados, sino que por la riqueza de su gracia y bondad compró nuestra libertad; y también esa abundante gracia, se desbordó en ofrecernos sabiduría y entendimiento.
¡Su bendita gracia! Cuánto bien nos ha traído. No éramos dignos de ella; pero Jesús tomó nuestro lugar y nos absolvió de la pena de muerte que merecíamos. Él cargó con nuestros pecados y además de eso nos hizo herederos, herederos de una patria celestial: la vida eterna que nos corresponde porque ya estamos marcados con el sello del Espíritu Santo, que es la garantía o promesa de la herencia eterna con Cristo (vv. 13-14).
En conclusión, su gracia derramada nos da vida aquí en la tierra y esperanza de una gloria futura. ¡Gloria a Dios por mirarnos con tanto amor y misericordia!

Amado Señor: Gracias por las innumerables bendiciones que recibimos solamente por creer en Ti y tenerte como Señor y Salvador de nuestras vidas. Gracias porque podemos gozar aún mucho más allá de lo imaginado con bendiciones espirituales, en lugares celestiales desconocidos todavía y que nuestra mente no alcanza a discernir.  Tanta bondad y amor regalados nos deja maravillados. Solo queremos decirte buen Señor que eres nuestro Todo y que fuera de Ti no encontramos un fin para vivir. ¡Tú lo abarcas todo con tu inmensa gracia!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 11 de julio de 2016

Conocerlo es amarlo y amar al prójimo

Lo que pido de ustedes es amor y no sacrificios, conocimiento de Dios y no holocaustos. Oseas 6:6.

Lectura: Oseas 6:1-11.  Versículo del día: Oseas 6:6.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor nos demanda completo amor y lealtad a Él. No desea un amor a medias; es un amor total: “Amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más importante que todos los holocaustos y sacrificios” (Marcos 12:33).
A veces creo que los cristianos nos esforzamos no como para agradar al Señor voluntariamente, sino como casi un sacrificio impuesto por los líderes y pastores. Bien vemos que a Dios no le interesan para nada los sacrificios que queramos hacerle, pues ya hubo alguien que vino a pagar con su sacrificio por todos nosotros y solamente valió ese. Los demás quedan excluidos. Entonces busquemos agradarle con la obediencia a su Palabra ya que “El obedecer vale más que el sacrificio, y el prestar atención, más que la grasa de carneros” (2 Samuel 15:22).
Si decimos que le conocemos: amémoslo guardando sus mandamientos (1 Juan 2:3) y amemos al prójimo, defendiendo al pobre y al necesitado (Jeremías 22:16). Nosotros, su Iglesia, ya le conocemos porque somos su esposa para siempre y nos ha dado como dote el derecho y la justicia, el amor y la compasión y su fidelidad (Oseas 2:19-20). Estos atributos no nos cuestan nada y sí podemos ponerlos al servicio de nuestro prójimo.

Amado Señor: Gracias por tu Palabra y porque de ella aprendemos cada día lo que en verdad, deseas que te ofrezcamos. Recibe nuestra adoración Señor a través de la obediencia que podemos manifestarte con nuestras acciones cotidianas amando al prójimo aún como a nosotros mismos. Gracias Señor por entender que esto hace parte del conocimiento que tenemos de Ti. ¡Te alabamos y te exaltamos!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 9 de julio de 2016

Usemos las armas que tenemos

Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo. 2 Corintios 10:5.

Lectura: 2 Corintios 10:1-18.  Versículo del día: 2 Corintios 10:5.

MEDITACIÓN DIARIA

A veces nos encontramos con personas que con sus argumentos mundanos tratan de confundirnos y nos quedamos callados. Creo que el Señor me está hablando muy claro, porque en días pasados tuve una conversación con una compañera de estudio y ella entre todo lo que me dijo, me dio a entender que practicaba algo así como la santería o brujería. Yo que reconozco, soy tarda para captar los mensajes y entender rápidamente lo que me hablan, no tuve palabras para debatirle en ese momento su posición; pero más tarde pensando y pensando en la conversación, le comenté a mi esposo y llegamos a la conclusión que eso era más bien una especie de brujería. Ahora yo me cuestiono el porqué no fui capaz de refutarle y me dejé tan sutilmente enrollar en algo que en lo más mínimo acepto y que entiendo perfectamente las consecuencias que trae a quien lo practique. Sé muchos versículos de la Biblia y sin embargo, en esos momentos mi mente quedó en blanco, no recordaba nada. Tal vez me confundí y no tuve en cuenta que es el Señor el que pelea por mí: “pues aunque vivimos en el mundo, no libramos batallas como lo hace el mundo. Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas” (vv. 3-4).
Yo soy la primera en aprender que Satanás quiere dominar el mundo con sus armas, pero que las que yo poseo son más poderosas porque son Palabra de Dios y con esas es que debemos atacar al enemigo.
Esto lo escribo como testimonio, porque muchas veces nos creemos saberlo todo y miren: mi adversario supo muy bien, por cuál lado intimidarme. “El que cree que sabe algo, todavía no sabe como debiera saber” (1 Corintios 8:2).

Amado Señor: Quiero pedirte perdón porque me faltó estar más atenta y en alerta para debatir argumentos tan adversos, a mi fe en Ti. Te pido que de ahora en adelante pongas en mi boca respuestas inmediatas, adecuadas y oportunas con la Palabra tuya que me has enseñado, para no caer y dejarme sorprender[U1]  nuevamente. ¡Gracias bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.






 [U1]

viernes, 8 de julio de 2016

Sin desistir de hacer el bien


No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos. Gálatas 6:9.

Lectura: Gálatas 6:1-10.  Versículo del día: Gálatas 6:9.

MEDITACIÓN DIARIA

En muchas oportunidades escuchamos que las personas se quejan porque a pesar de obrar correctamente y no hacerle mal a nadie, la vida poco les sonríe; incluso algunos hasta comentan que cambiarán su modo de ser porque esto no les ha dejado nada bueno.
Pienso que aunque en el mundo no se tenga ninguna recompensa por hacer el bien, Dios sí se está regocijando viendo que obramos como a Él le gusta. Lo importante es no desistir, así nos paguen mal o así los demás nos vean como tontos. Tampoco hay que hacerlo esperando que ellos nos retribuyan de igual modo. De todas maneras cosecharemos lo que sembremos (v. 7). Quizá no lo veamos prontamente, o quizá como en otras ocasiones lo he dicho: puede que sea algún ser querido quien lo recoja por nosotros. Igual,  Dios no se queda con nada guardado. “Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe” (v. 10).

Amado Señor: Gracias por tus enseñanzas y porque nos haces reflexionar sobre el amor al prójimo demostrado en nuestras buenas acciones hacia ellos. No queremos dar marcha atrás en cuanto a hacer el bien que nos corresponde como cristianos que decimos ser. Por favor buen Dios, que cada día aprendamos a amar y a entregarnos a los demás, sin esperar ninguna recompensa a cambio.

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 7 de julio de 2016

Aprendiendo a ser generosos

Pero ustedes, así como sobresalen en todo —en fe, en palabras, en conocimiento, en dedicación y en su amor hacia nosotros —, procuren también sobresalir en esta gracia de dar. 2 Corintios 8:7.

Lectura: 2 Corintios 8:1-15.  Versículo del día: 2 Corintios 8:7.

MEDITACIÓN DIARIA

Bien lo dice Pablo: hay que sobresalir en la gracia de dar. Y es que Dios ama al dador alegre; no hay que dar por necesidad ni buscando la retribución de Él. “Porque si uno lo hace de buena voluntad, lo que da es bien recibido según lo que tiene, y no según lo que no tiene” (v. 12). Según la Carta, entiendo que lo macedonios tenían  menos recursos que los corintios y sin embargo con lo que se propusieron dar,  con eso cumplieron. Dieron con amor para suplir a los hermanos que no tenían y estaban expandiendo el Evangelio (Gálatas 2:9-10).
El Señor dice que hay que dar y deberíamos acostumbrarnos a hacerlo sin llegar a sentir carga por hacerlo. No solamente hay que sobresalir en la fe, el conocimiento y entusiasmo, hay que también sobresalir en la generosidad. Igual la Iglesia ahora, tiene la misma función de esa época: colaborar en la obra del Señor. Pablo hablando de los macedonios dice que primero le entregaron al Señor su vida y luego se sometieron en todo a cumplir la voluntad de Dios en ellos (v. 5). Encontré una frase que parafraseándola dice que la madurez espiritual conduce a la generosidad material. Y es que cuando queremos que sea el Señor el eje de nuestras vidas, hay que entregarle todas las áreas y aquí entra del mismo modo la financiera. Infortunadamente el hombre está contento hasta que le tocan el bolsillo. Recordemos: si Dios nos ha bendecido materialmente, bendigamos con lo nuestro al Señor a través de los que nos ayudan a proveer el alimento espiritual.

Amado Señor: Gracias por enseñarnos a cumplir fielmente con lo tuyo. Gracias por hacernos entender la necesidad de dar. Señor soy testigo de que Tú nos devuelves mucho más de lo que ofrendamos, pero te ruego que ese no sea el motivo para sembrar en tu obra; que sea el mismo amor hacia Ti el que nos mueva a hacerlo. Gracias porque Tú siendo rico te hiciste pobre por nosotros solo por tu gracia. ¡Bendito eres Señor!

Un abrazo y bendiciones.