Acepte usted este regalo que su servidora le ha traído, y repártalo entre los criados que lo acompañan.1ª. Samuel 25:27.
Lectura diaria: 1ª. Samuel 25:1-44. Versículo del día: 1ª. Samuel 25:27.
ENSEÑANZA
Abigail era la esposa de Nabal un hombre rico y famoso de Israel, pero tal parece, iracundo y desagradecido. Por su temperamento no quiso recibir con agrado a los hombres de David ni le proporcionaron ayuda alguna. Todo lo contrario a lo que habían hecho los de David, cuando les dejaron estar junto a ellos sin molestarles por nada. La anterior situación molestó a David y resolvió ir con su ejército a enfrentar a Nabal. Su esposa, Abigail, mujer bella e inteligente (v. 3), al conocer la situación resolvió reparar la afrenta y ella misma después de reunir los presentes que le llevaría al escogido de Dios y a sus soldados, con valentía y sumisión fue a encontrarse en el camino con David. Se ve que Abigail tenía discernimiento, fe, y humildad. También hasta el don de profecía puesto que después de presentarle las ofrendas se dirige así: “Ciertamente, el Señor le dará a usted una dinastía que se mantendrá firme, y nunca nadie podrá hacerle a usted ningún daño, pues usted pelea las batallas del Señor” (v. 28). Ella reconoce la necedad de su marido y toma cartas en el asunto. “Ella le es fuente de bien, no de mal, todos los días de su vida”; “Decidida se ciñe la cintura y se apresta para el trabajo”; “Se reviste de fuerza y dignidad, y afronta segura el porvenir” (Pr. 31: 12, 17, 25). Todos estos atributos son los que destacan a una mujer sabia, los cuales ella supo aplicar muy bien en el momento adecuado. Dios le recompensó permitiendo que cuando Nabal murió, David la tomara como esposa, “¡Sean reconocidos sus logros y públicamente alabadas sus obras!” (Pr. 31:31. Aprendamos de esta mujer que además de ser bella físicamente, también lo era espiritualmente.
Un abrazo y bendiciones.
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