jueves, 13 de agosto de 2009

Mantengamos firme la esperanza

Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa

Hebreos 10:23.

Si somos inseguros respecto a la promesa que se nos da, quiere decir también que nuestra fe es vacía. No confiamos en quien la proveyó.

Hoy, precisamente se cumple un año de aquel amargo día, donde inicialmente me pre-diagnosticaron el cáncer de seno; pre-diagnóstico que se convirtió en realidad. Un año, donde he pasado por diferentes circunstancias; con altibajos unas veces que me movieron el piso, y otras, donde como nunca antes vi la mano poderosa de mi Dios reconfortándome y diciéndome “¡adelante! ¡Estoy contigo! Nunca te dejaré ni te abandonaré. Eres mi hija, la niña de mis ojos, vas a salir adelante, ¡no temas!”

Desde el primer momento, cuando mi querida Olivita me escribió: “No temas Dorita, esta enfermedad no es para muerte sino para la gloria de Dios”, supe que sus palabras eran sabias y verdaderas, enviadas directamente para mí. No les voy a decir que por esto, ha sido un año de rosas, no; los ataques y acechanzas de Satanás no se han hecho esperar. Cuando creía haber solucionado un problema, aparecía otro y ahí estaba él, metiéndome en la cabeza dudas, patrañas y mentiras como para que yo le creyera y cayera rendida. Pero no; gracias a Dios, a mi hermoso Señor que a través de su Santo Espíritu me infundió aliento de vida y ahora puedo decir con gozo y gritarlo a los cuatro vientos “el Señor hizo su buena obra en mí; soy sana, ya terminé el tratamiento y en verdad me utilizó para su gloria”. ¡Alabado sea su nombre!

Si no me hubiera encontrado entre la espada y la pared, nunca habría tomado la determinación de escribir estos devocionales. Y “Mis devocionales compartidos” se han expandido por todo el planeta. Sé que muchos han conocido al Señor Jesucristo como su salvador, gracias a ellos. ¡Toda la gloria y honra, sea para el Señor! Yo hice ya lo que tenía que hacer. Mi Dios se encargará de terminar la obra que empezó. La Palabra de Dios, nunca regresa vacía.

“Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe” Verso 22. Te reto a acercarte a Dios, cualquiera que sea tu situación. Sinceramente ríndete a Él con la seguridad que te da la Palabra, porque “fiel es el que hizo la promesa”. Si Dios ya te dijo que lo haría, lo hará; no hay vuelta de hoja. “Así que no pierdan la confianza, porque ésta será grandemente recompensada” verso 35.

Si Dios quiere desde mañana empezaré un formato nuevo en los devocionales. Como sé que algunos de ustedes están haciendo un archivo con ellos, si les falta el de algún día, no duden en hacérmelo saber para enviárselo nuevamente.

Al Señor Jesucristo mi más vivo motor, las gracias por haberme sostenido en este tiempo. A ustedes, que me infundieron aliento y con sus oraciones hicieron posible este proceso, mis eternos agradecimientos; ocupan un lugar especial en mi corazón y en mis oraciones.

Un abrazo y bendiciones.

1 comentario:

Daniel Andrés dijo...

¡Estoy muy orgulloso de ti, mi mamita! ¡Te amo!