Tengan mucho cuidado con lo que hacen, pues su autoridad no proviene de un hombre, sino del Señor, que estará con ustedes cuando impartan justicia
2ª. Crónicas 19:6.
Lectura diaria: 2ª. Crónicas 19:4-11. Versículo del día: 2ª. Crónicas 19:6.
ENSEÑANZA
Cualquiera que sea nuestra situación, siempre tendremos que ver con la autoridad; algunas veces impartiéndola, otras recibiéndola e incluso de ambas maneras. El libertinaje humano ha permitido que la autoridad no tenga ningún valor. La desobediencia, como primer pecado está tan arraigado en el corazón del hombre, que difícilmente se somete a las órdenes impuestas en el campo social, familiar o eclesiástico. Los niños y jóvenes que preceden a las generaciones mayores han visto un claro mal ejemplo de sus superiores y ellos sí que saben decir no, cuando se les da un mandato. Tenemos que aprender a reconocer toda autoridad como establecida por Dios (Romanos 13.1), cuando estamos bajo autoridad. Si nos educáramos aún en lo que creemos insignificante, ¿cuántos problemas, incidentes y accidentes se evitarían? Pensemos por un momento: el semáforo es una autoridad, los puentes peatonales y las cebras también lo son. Simplemente pequeñas autoridades pero ¡cuánto daño se hace cuando no se obedecen! De igual manera, debemos también, aprender a impartirla con justicia cuando se nos confiere esta atribución. “Ustedes actuarán con fidelidad e integridad bajo el temor del Señor” Verso 9. Se nos dice bien claro que se tenga cuidado con lo que se hace, porque Dios no admite la injusticia, ni la imparcialidad ni el soborno. Cuando se imparte autoridad, tenemos que darle parte a Dios sobre nuestro comportamiento como tal. Así que de una u otra forma, seamos obedientes en el mandato del Señor.
Un abrazo y bendiciones.
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