Levántate, recoge tu camilla y anda —le dijo Jesús. Al instante aquel hombre quedó sano, así que tomó su camilla y echó a andar.
Juan 5:8-9. NVI.
Lectura: Juan 5:1-15. Versículo del día: Juan 5:8-9.
MEDITACIÓN DIARIA
Esto le ordenó el Señor
Jesús a un hombre paralítico de Jerusalén que llevaba enfermo treinta y ocho
años. Solamente bastó la Palabra del Señor para que el paralítico sanara. Así
que él obedeció, recogió su camilla y echó a andar sin darse cuenta ni saber
quién lo había sanado. Como era sábado, los judíos le criticaron que llevara su
camilla alzada; pues las tradiciones pesaban más que la sanidad.
Infortunadamente ahora es igual: pesan más las tradiciones en las diferentes
religiones que tener una relación personal con Jesús. Esa es la diferencia
entre cristianismo y cualquier religión.
Mira, no sé con cuál
enfermedad puedes estar batallando ahora; pero sí sé que Jesús puede darte
sanidad. Entrégale tu vida a Jesús y dile que tú crees que Él es el mismo de
ayer que consigue levantar enfermos. Jesús murió por ti y con Jesús puedes
tener salvación, sanidad, una vida abundante aquí en la tierra y una vida
eterna a su lado. Si te parece, te puedo guiar con una corta oración. Dile así:
Señor Jesús: sé
que me amas y que moriste en la cruz por mis pecados. Yo te necesito; hoy
quiero pedirte perdón y decirte que tomes el control de mi vida. Por favor,
toma Tú el timón y dirígeme por la senda que bien me tengas preparada. Como
aquel hombre paralítico, también requiero sanidad. Te doy gracias por
perdonarme, por entrar a ser parte de mi vida, por sanarme y por darme la vida
eterna Contigo. Muchas gracias buen Señor. Amén.
Un abrazo y bendiciones.